domingo, 22 de septiembre de 2013

Todo renace, cual Fénix de sus cenizas, enviado por Bethsabet M.D - Huérfano VII

Hola! Aquí os traemos una nueva huerfanita de Bethsabet. ¡Gracias por enviárnosla!
La historia se titula "Todo renace, cual Fénix de sus cenizas"

Argumento:
Nekane es una princesa nacida en el palacio Brisa Polar, donde habitan los Fénix del Norte, aves majestuosas que pueden ser vistas de tres formas: Su verdadera imagen, semi-humano o humano, para mezclarse en la muchedumbre de la Tierra.
Neka se ve obligada a gobernar su reino a la temprana edad de dieseis años y es que por allí últimamente las cosas no marchan bien, pues todos los Fénix reales, condes, duquesas, emperatrices, etc. acaban desapareciendo o muriendo por una enfermedad desconocida en todo el mundo.
¿Quién se está encargando de matar a todos los Fénix reales del Norte? ¿Por qué? ¿Sólo son los del Norte? ¿Qué motivo impulsa alguien a hacer tal cosa? Y lo más importante ¿Cómo logrará Neka solucionarlo?

El comienzo:
La princesa Nekane contemplaba a través del cristal como la enfermera real colocaba una vía de suero a su padre. Solo habían transcurrido cuatro días desde que el emperador había comenzado a sentirse débil, pero parecía una eternidad. Apenas eran unas horas, aunque equivalían a siglos de angustias.
El doctor Baner le había contado una vez que tenía la vieja sospecha de que los males siempre venían de tres en tres, como si con uno fuera poco.
Primero, la trágica e inexplicable muerte de su madre, la emperadora Merissa.
Y ahora su padre estaba enfermo, sin esperanzas de recuperación.
¿Qué más podría ocurrir?¿Qué podía ser peor que aquello?
Tal vez que los Fénix del Sur les declarasen la guerra.
Se estremeció ante aquel pensamiento, intento alejarlo al instante de haberlo generado.
Ally Meyer, la consejera y la única trabajadora real de la cual nadie sabía nada, apareció de repente colocándose al lado de Neka para observar a su emperador.
-Todo saldrá bien.

Un momento:
Un escalofrío le recorrió el cuerpo y Ally le apretó el hombro. Neka había olvidado que la mano de la consejera seguía allí.
-Princesa.
Neka no contestó, concentrada en el movimiento del pecho de su padre.
Los dedos posados sobre su hombro ejercieron una leve presión y luego se retiraron.
-Vais a ser emperatriz. Debemos  empezar a prepararos. Ya lo hemos postergado demasiado tiempo.
Demasiado tiempo.
Neka fingió no haberla oído.
-Tal como ha dicho Ally, debéis ser fuerte, hija mía. Sabéis que confío en vos y vuestro corazón. Porque se gobierna con el corazón conectado al cerebro, no con la inteligencia por solitario.
-Vais a ser una gran emperatriz.
-No. No lo seré.
Neka se paso una mano por el pelo, echándoselo hacia atrás, casi tirando de él.
Iba a ser emperatriz.
Las palabras le parecían vacías.
Sintió miedo.
El verdadero emperador estaba allí, en aquel lecho. Ella solo era un impostora. Una vía de escape.
-Voy a hablar con Anne.

Bueno, y eso es todo. Ya sabéis, si la queréis, comentad diciéndolo y decidnos cual es vuestro correo electrónico. En la próxima entrada os daremos dos avisos que esperamos que ayuden a que esto se ponga más en marcha.

Atte: Medio-Yo 1 (Ane)

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